El andar de cada día supone que nuestra vida pase por momentos mejores y momentos peores, hay momentos de felicidad y hay momentos de malestar y de dudas.
Dudas sobre nuestro futuro, dudas sobre nuestras relaciones con los amigos, con la pareja, con los estudios, con nuestra tarea diaria, ¿estamos haciendo bien las cosas o no?. Todo esto es reflejo fiel de la vida, la vida es así porque nosotros somos tremendamente inseguros, estamos haciendo un montón de cosas cada día que son buenas y sin embargo no las apreciamos porque no las sentimos como buenas, tenemos que ir entendiendo que el problema no está en las cosas, en las personas, en el exterior, el problema de nuestras dudas está en cada uno interiormente.
Si pensamos desde el punto de vista cristiano, los momentos de dudas son inevitables pero la forma de afrontar esos momentos son los que deben cambiar y verlos de manera diferente.
Jesucristo nos concede el mensaje liberador para el hombre, que busca la libertad y la propia felicidad del hombre, el hombre tiende a oscurecer todos esos momentos, los momentos de dudas no son sino la inseguridad de la persona excusada como esos momentos malos que se pasa cuando las cosas no nos van bien. (Es como… “echar la culpa al levante”).
8 ¿Es cierto que los momentos de dudas son debido a la inseguridad de la persona?
8 ¿Cómo piensas que son esos momentos de dudas?
8 ¿Cómo debemos tomarnos esos momentos de dudas?
8 Cuenta algún momento de duda por el que hayas pasado, qué sentías, cómo saliste de él, a qué crees que se debió.
8 Conclusiones del tema.
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